Por: Tatiana Benavides Santos
Nuevamente, en la presente elección, el elevado número de electores indecisos (36.5% CIEP), aunado a la difusión del voto hacia terceros partidos, ha generado un alto grado de volatilidad en la intención de voto y de incertidumbre en el proceso.
No existe en la ciencia política el concepto de voto ´perfecto´ o el voto completamente racional, pues más allá de la motivación individual instrumental y consciente, en su decisión participan factores psicosociales, sociológicos y coyunturales a veces difíciles de percibir. Tampoco hay prescripciones que garanticen que no se arrepentirá de su voto más tarde. Sin embargo, podemos proponer algunas recomendaciones mínimas para que su voto se rija por criterios que busquen materializar aspectos básicos del buen gobierno, tales como la respuesta inclusiva de las demandas ciudadanas, la efectividad de los procesos político-administrativos, el respeto a la institucionalidad política, y la gobernabilidad.
Con este enfoque como parámetro, presentamos una breve guía, que aunque lejos de ser exhaustiva, brinda instrumentos que puedan orientar en esa dirección:
1. Examine las propuestas partidarias, no solo a partir de sus intereses individuales sino también de las prioridades reales del país. El nuevo gobierno debe ser capaz de responder a las demandas y necesidades de la ciudadanía encontrando un balance entre los diversos intereses. Para estar en capacidad de identificar una opción con posibilidades de responder efectivamente a esas demandas, un requisito mínimo es estudiar los estados de la situación política, económica y social del país que permitan al ciudadano formar criterios sólidos para analizar las propuestas partidarias.
2. Analice si esas propuestas visualizan a los individuos de manera igualitaria o favorecen o marginan a algún grupo en particular.
3. Es recomendable mantenerse lejos de aquellas propuestas monotemáticas que inducen, por ejemplo, a votar por un candidato únicamente por su posición respecto a la religión, a la economía, o a la seguridad ciudadana (etc.), esto porque la gestión gubernamental no se limita a responder exclusivamente a un factor sino que debemos conocer cómo priorizaría y enfrentaría ese nuevo gobierno los múltiples problemas.
4. Igualmente, tome en cuenta que las propuestas partidarias sean concretas y cuantificables, ya que lo anterior facilitará el monitoreo y la medición de cumplimiento.
1. Valore la capacidad de gestión y organización del candidato tomando en cuenta la habilidad para conformar equipos experimentados, capacitados, diversos y transparentes.
2. Evalué quienes o qué grupos patrocinan al candidato y qué tipo de influencia ejercen.
3. Además, verifique la capacidad de diálogo y negociación del candidato y su grupo, pues de eso dependerá el establecimiento de alianzas multipartidarias en el congreso que eviten la paralización gubernamental, especialmente en contextos de polarización política y fragmentación partidaria como el actual.
1. Identifique la relación que el candidato muestra o ha mostrado con las instituciones políticas y la ley, y cuídese de las narrativas que sobreponen la eficacia y la búsqueda de resultados cortoplacistas por encima de las reglas democráticas y del balance de poderes, tales como las que proponen, por ejemplo, la emisión frecuente de decretos ejecutivos para ¨agilizar¨ la toma de decisiones.
2. Observe, además, la relación que el candidato tiene con los medios de comunicación y los grupos minoritarios en el país, ya que ello será muestra del grado de tolerancia y respeto a la libertad de expresión y disenso en ese eventual gobierno.
1. El porcentaje de indecisos para la elección de diputados alcanza actualmente el 48% (CIEP), por lo que vale la pena preguntarse sobre la conveniencia o no de quebrar el voto, o sea, de votar en la elección parlamentaria por una opción diferente a la de la papeleta presidencial.
2. Aunque la decisión de quebrar el voto es para algunos ciudadanos una vía para garantizar una mayor representación de partidos en el congreso o para asegurar mayor contrapeso al eventual partido oficial, tome en cuenta que el quiebre de voto en contextos de multipartidismo puede generar problemas de gobernabilidad significativos debido al fraccionamiento partidario y el filibusterismo político en la Asamblea y a la dificultad para que el gobierno construya arreglos institucionales e implemente su programa de gobierno.
-Si algo bueno tiene la indecisión es que nos pone a reflexionar. Hágalo y salga a votar!
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