Por: Paula Brenes R.
La Corte Suprema de Brasil rechazó el pedido de Lula de permanecer en libertad hasta agotar todas sus apelaciones, en un caso que él mismo cataloga como una cacería de brujas política.
Los abogados del ex mandatario presentaron una apelación de último minuto para suspender la orden de prisión. En su argumento alegan la falta de tiempo para agotar las apelaciones de procedimiento.
Lula, de 72 años, fue condenado el año pasado a 12 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso que involucra la compra venta de un apartamento en un balneario del estado de Sao Paulo a cambio de contratos para una constructora con la petrolera estatal Petrobras.
Por su parte, el político niega ser dueño del inmueble así como cualquier conducta impropia y dice ser blanco de una persecución política.
En la actualidad, Luiz Inácio Lula de Silva es el líder, favorito en las encuestas de intención de voto para la elección presidencial de octubre. Sin embargo, no podría presentarse a cargos públicos al estar condenado por un tribunal colegiado.
De acuerdo con la ley electoral brasileña, un candidato tiene prohibido postularse para un cargo durante ocho años después de ser declarado culpable de un delito.
Según expertos, es probable que el fallo ponga fin a su carrera política y deje a la izquierda de Brasil sin un candidato obvio para recuperar el poder del impopular presidente Michel Temer.
Lula presidió Brasil en dos periodos entre 2003 y el 1 de enero de 2011, cuando dejó el poder con una aprobación de más de 80 por ciento.
En ese momento su apoyo fue suficiente para que la sucesora que escogió, Dilma Rousseff, fuera elegida dos veces, pese a que nunca había ocupado un cargo de elección popular.
LAS MÁS LEIDAS