Así lo informó el Centro Nacional de Control de Energía (Cence) del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el cual presentó datos del 1 de junio de 2014 y el 30 de junio de 2018.
En datos exactos, durante este cuatrienio, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) produjo 44.300,53 gigavatios hora, de los cuales 43.647,72 provinieron de plantas que emplean los recursos renovables de la matriz nacional.
A partir de 2016, la generación limpia se vio reforzada con la entrada en operación de la Planta Hidroeléctrica Reventazón, la segunda obra de infraestructura de mayor envergadura de América Central, solo por detrás del Canal de Panamá.
En estos 48 meses, al SEN se le adicionaron 14 plantas: siete eólicas, seis hidroeléctricas y una solar, y se acumularon 1.197 días de producción 100% renovable. Para el primer trimestre de 2019, el ICE incorporará la Planta Geotérmica Las Pailas II, ubicada en Curubandé de Liberia (Pacífico Norte de Costa Rica), la cual trabará con una capacidad de 55 megavatios hora, es decir, será la planta de este tipo más moderna de su tipo en el istmo centroamericano.
Durante 2018, la producción de electricidad limpia llega al 97,30%, por lo que se proyecta que se mantenga en el promedio de los últimos cuatro años. En marzo de este año, Costa Rica alcanzó la mayor generación eólica de su historia en un solo mes, con 216,56 megavatios hora.
Desde junio de 2014, solamente 652,82 gigavatios hora se originaron en plantas que usan búnker o diésel, encendidas mayoritariamente en el primer cuatrimestre del año, época de menor cantidad de lluvias en dicho país. Garabito, la principal planta térmica del ICE, fue la primera planta en Latinoamérica que instaló un filtro para atrapar partículas contaminantes.
Basar su generación en recursos renovables permite al país contar con uno de los factores de emisiones de gases de efecto invernadero por consumo eléctrico más bajos del planeta.
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