Aunque ambos ejemplos de violencia contra las mujeres tienen resultados totalmente distintos, ambos son muestra de la normalización de las distintas agresiones de las que son víctimas día con día las mujeres en el país centroamericano y el resto de América Latina, donde se registraron 1.831 feminicidios (mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas) solo en el 2016.
Entre el 2007 a diciembre del 2017 hubo 313 feminicidios en Costa Rica y solo en los primer trimestre del presente año, se registraron 10 muertes más de mujeres a manos de quienes fueron sus parejas, sin embargo, se estudia la relación de otros seis asesinatos de mujeres en ese mismo periodo, según información del Instituto Nacional de las Mujeres.
El subcontinente es la región más violenta del mundo contra las mujeres, según lo señaló el año anterior el equipo de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América Latina.
El 56% de las mujeres y el 48% de los hombres de 20 a 25 años en América Latina tienen alguna conocida cercana que ha sufrido violencia física o sexual en el último año, según un estudio de la ONG Oxfam.
El primer asesinato que conmocionó al país fue el de una turista española en el sector de Tortuguero, en la costa Caribe tica, ocurrido la noche del sábado anterior.
Su nombre Arantxa López Gutiérrez y se econtraba de visita en el país con su esposo Miguel Ángel Escribano. Fue hallada con lesiones causadas por asfixia en las cercanías del hotel en que se ospedaban.
El segundo caso se dio solo un día después. La turista mexicana María Trinidad Mathus Tenorio y otra extranjera de nacionalidad inglesa, fueron interceptadas por dos sujetos que las iban a asaltar en playa Santa Teresa de Cóbano, en Pacífico Norte de Costa Rica.
La inglesa pudo escapar y avisó al dueño del hotel donde se hospedaban, quien denunció ante las autoridades y emprendió junto con vecinos, la búsqueda de la joven mexicana; sin embargo, cerca de las 6 de la mañana, hallaron su cuerpo tirado en la arena.
En apenas 24 horas, dos asesinatos de jóvenes extranjeras conmocionaron al país y lo pusieron en el mapa internacional por causas nefastas y, aunque aunque estos dos casos no califican como feminicidios, pues no había relación de pareja (real o ficticia) entre las víctimas y los agresores, es claro que en ambos asesinatos mediaron las condiciones de género.
La violencia contra las mujeres en Costa Rica alcanza cifras alarmantes, situación que motivó al Inamu en junio pasado a solicitar se declarara la situación como emergencia nacional. Un ejemplo de este problema se evidenció durante la final del fútbol de la primera división tica, en donde en un periodo de solo dos horas, el Sistema de Emergencias 911, informó que recibió 423 denuncias de violencia doméstica.
Asimismo, la semana anterior Costa Rica fue testigo de la agresión recibida por la diputada del Partido Restauración Nacional (PRN), Ivonne Acuña, por parte de un funcionario público, el doctor Rodolfo Gamboa Montes de Oca, jefe de cirugía Maxilofacial del hospital San Juan de Dios, quien a través de su perfil de Facebook constantemente la atacaba.
A través de la red social, Gamboa insultó en repetidas ocasiones a Acuña, denigrando su condición de mujer en la mayoría de las oportunidades.
Gracias a que esto se hizo público, las autoridades el hospital y de la Caja Costarricense de Seguro Social iniciaron una investigación y el hecho fue reprendido por el público en general. De igual forma, Ello dio lugar al debate en el país centroamericano sobre los límites en las redes sociales y el cyberbullying.
También sirvió para que salieran a las luz una serie de agresiones similares de las que es víctima la también legisladora del Partido Acción Ciudadana (PAC), Paola Vega, quien decenas de perfiles es constantemente agredida con insultos a su talla o preferencias sexuales.
El caso es de especial interés debido a las posiciones políticas de quienes utilizan las redes para violentarlas. Se trata personas que se definen como "progresistas", los que violentan a Acuña y "defensores de los valores" los que agreden a Vega.
No obstante, la violencia hacia las mujeres en la política no se limita a desconocidos o a personas fuera de su gremio, pues apenas semanas antes, la congresista Floria Segreda (también del PRN) denunció penalmente a su compañero de bancada, Melvin Núñez, por una serie de mensajes amenazantes que le envió a través de Whatsapp.
Al hacerse público, Núñez se disculpó con su compañera, sin embargo la denuncia penal continúa y ya quedó grabado el hecho en la memoria de los ticos.
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