José González es un emprendedor de 32 años, hace poco más de un año fundó la empresa 2050, que se dedica a la importación y venta de empaques compostables de alimentos, el diseño de empaques a la medida de cada empresa y ofrece el servicio de compostabilidad de empaques post uso.
El menor de los tres hermanos aprendió bien de sus padres, Rosalba Méndez y Rafael González quienes en 1991 crearon Vegetales Fresquita, una empresa de procesamiento de vegetales; principalmente lechuga.
Al mando de los tres hermanos Fresquita creció y hoy es líder del mercado nacional de vegetales frescos procesados.
“Hace cuatro años inicié una investigación sobre los sustitutos del plástico y desde hace dos años cambiamos los empaques de plástico por empaques compostables en los productos Fresquita. Varias empresas mostraron su interés y yo vi la oportunidad de negocio, es también una responsabilidad personal y empresarial”, señaló el fundador de 2050.
Esta labor le trajo como resultado a Fresquita ser galardonada con el “Premio a la innovación en la Industria Alimentaria” que otorgó por primera vez el CITA en 2019.
Actualmente "2050 " en colaboración con Classpack de España, participa en el desarrollo de las últimas tecnologías mundiales en sostenibilidad para el empaque de frutas y vegetales. Estos empaques ya están disponibles en el país y son un avance en temas de sostenibilidad sumamente importante, ya que dan la posibilidad para que supermercados, emprendedores y comercio en general puedan sustituir el plástico.
Esta innovadora línea y representación se suman a los más de cien productos con los que cuentan en el mercado nacional y con los que esperan iniciar exportaciones a América Latina a más tardar en el primer trimestre del 2021.
Recientemente se cumplió el primer año de la puesta en marcha del proyecto de economía circular que impulsan. Gracias a la iniciativa, en la que participan siete restaurantes del Gran Área Metropolitana, los empaques se convierten en compost que sirve como fertilizante para suelos y plantas.
“El cliente se encarga de recolectar los empaques utilizados y nosotros los transportamos a nuestro centro de compostaje en Cartago en donde los convertimos en abono orgánico”, dijo José González, gerente general de la empresa.
Irene Phillips, es propietaria de Food Studio, una de las empresas participantes.
“Busqué muchas opciones, pero fue a través de este proyecto de economía circular que encontré la solución al tema de empaques que quería ofrecer a mis clientes.” “Era una necesidad que no solo va de la mano con el concepto empresarial, sino además con un compromiso personal”.
Food Studio es un servicio de entrega de alimentos gourmet que ofrece un amplio y diferenciado menú nutricional a sus clientes.
Phillips agregó que “el cambio de empaques ha recibido una respuesta bastante positiva entre nuestros clientes, mi expectativa es que conforme el negocio se expanda, el porcentaje de clientes que participen aumente también”
En su afán por extender los beneficios de este programa a otras zonas del país, 2050 inició un plan piloto con un hotel de Monteverde, en donde existe un compostador industrial a disposición de la comunidad.
Según González “la meta es replicarlo en diferentes comunidades con el apoyo de las Municipalidades y otras empresas privadas”.
Queremos que tomen como ejemplo lo que estamos haciendo en Monteverde, en donde estamos montando un sistema de compostaje y economía circular que puede traer grandes beneficios a las comunidades, disminución de costos para Municipalidades y menor cantidad de desechos en el ambiente”.
De la crisis a la oportunidad
“El proyecto ya representaba todo un reto, y la llegada de la pandemia lo hizo más desafiante, los esquemas cambiaron y debimos diversificar con más productos y que pasamos de ofrecer solo bolsas a contar con empaques como burbujas y demás utensilios requeridos por restaurantes”, explicó José González.
“El proyecto de economía circular trabaja de forma paralela con la venta de productos en 2050, así que de independientemente del canal de donde proveamos, negociamos con nuestro cliente para ir por los empaques utilizados y convertirlos en abono orgánico”.
“El ADN de la empresa gira en función metas a largo plazo, no hay otra manera de hacer las cosas; a nivel de filosofía personal, creo que estamos aquí para contribuir y hacer las cosas mejor y si podemos apoyar socialmente es espectacular, es la mejor forma de hacer crecer el negocio”, concluyó su gerente general.
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