Su preparación, disciplina, experiencia, perseverancia y el apoyo incondicional de su socia de vida y esposa Anna Blanco lo han marcado como uno de los ejecutivos más sobresalientes de la empresa.
Marvin, quien actualmente vive en Atlanta junto a su familia, concluye una carrera que comenzó como asistente del Departamento de Compras y Embarques en 1977. Posteriormente pasó a contabilidad; luego a presupuestos, hasta convertirse en Gerente Financiero para Centroamérica.
Su labor le ha merecido el reconocimiento como el Ejecutivo Exitoso del Año en 1988 por parte de CINDE Y AMCHAM en Costa Rica.
“El avanzar en cualquier organización o iniciativa personal no es fácil, se requiere un alto grado de compromiso y perseverancia y algunas veces de sacrificio personal. Además se requiere ser flexible y poder adaptarse a circunstancias cambiantes, a nuevos retos, a nuevas tendencias, por lo tanto es muy importante mantenerse actualizado y estar dispuesto a un aprendizaje contínuo”.
Las excelentes oportunidades han venido acompañadas de una gran dosis de flexibilidad y adaptación, no solo para Marvin quien ha tenido que aprender a negociar con personas de distintas culturas, sino para Anna y sus tres hijos, Andrea, Esteban y Julián.
Tanto en Costa Rica, Hong Kong y Atlanta, la fórmula ante los desafíos y tantas mudanzas ha sido mantener a la familia unida.
“Marvin y yo siempre hemos compartido nuestras metas y siempre nos hemos apoyado mutuamente, creo que en este caso ha sido muy importante la toma de decisiones juntos, especialmente cuando tocaba una mudanza y todo lo que eso implica. Para Marvin poder enfocarse en sus nuevas áreas geográficas de trabajo, yo tenía que encargarme de la adaptación de toda la familia, siempre con la ayuda y el apoyo de él aunque estuviera viajando”, resalta Anna.
Felicitaciones a Marvin por dejar ese sello y legado de más de cuatro décadas en una empresa tan prestigiosa.
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